Mi voto para: Madre Tierra.

Ayer fue día de elecciones generales. Sí eso tan democrático que te dejan hacer cada cuatro años. Puedes escoger un señor del equipo de color azul o un señor del equipo rojo. Pero olvídate de escoger nada más. Luego lo que hagan con tu voto ya no puedes controlarlo. Es una tomadura de pelo y yo no quiero participar más de su juego.
Pero aún así yo ejercí mi libre derecho a votar y como no habían papeletas del partido que yo milito me la fabriqué yo misma. Escribí: Inma escoge votar por la Madre Tierra.
Me encantó su campaña publicitaria. Consistía en un viaje por el campo en el que te mostraba todo lo que te iba a ofrecer si la votabas.

Yo Madre Tierra prometo:
Daros alimento de mi tierra.
Daros a beber de mi agua.
Daros cobijo en mis entrañas.
Daros aire de mis pulmones.

A cambio solo os pido que:
Me respetéis.
os respetéis.
Seáis felices.
Os améis unos a otros.
Que compartáis libremente mis frutos con vuestros hermanos.
Que seáis amor y luz.
Que seáis libres.

Por supuesto me convenció de inmediato su discurso. Esto es lo que yo quiero y lo que en el fondo desean la mayoría de seres de este mundo, aunque muchos teman ni tan siquiera soñarlo.
A mí no me cuesta soñar, porque sé que los sueños se hacen realidad, tarde o temprano.
Entonces como no habían urnas que aceptaran mi voto hice un agujero en la tierra y enterré mi papeleta.

Ahora sé que en algún lugar del universo mi voto a contado, aunque solo sea para mí. Me he honrado y he honrado mis creencias.