IRANIA un nuevo proyecto


Mi segunda novela IRANIA ya está lista para ser leída. Apenas comienza a abrir los ojos, apenas comienzan a entrar los primeros rayos de luz a sus pupilas, entre sus páginas de suave olor de tinta y papel.
Todo es nuevo, emocionante, ligeramente angustioso ¿qué pasará?¿gustará?¿no gustará?
El ego siempre asustadizo e inseguro, como un niño, solitario ante las puertas de un bosque enorme, oscuro y frondoso. ¿qué habrá más allá? se pregunta...¿lobos hambrientos?¿brujos malvados?
El miedo aparece de nuevo ya que siempre es así. Y lo siento natural, un mecanismo de defensa ancestral, que nos protege del exceso de gallardía, del exceso de soberbia. Pero cuando ese miedo es grande y descompensado nos oprime, nos impide realizarnos, nos impide mostrar todo aquello que nos ayudaría a dar más.
Pero ahora veo a ese miedo a mi lado, ya débil y marchito. Me estuvo acompañando durante años, como una sombra pegajosa, una voz insidiosa que me obligaba a borrar fragmentos, tachar estrofas, destruir capítulos, despedazar escenas, sin compasión alguna.
Ese miedo implacable disfrazado de pesimismo, de tristeza, de inseguridad, de inquisidor¡¡¡
Pero ahora ya no tiene fuerza, la perdió por el camino cuando dejé de oirlo, cuando dejé de escuchar sus malos consejos y sus juicios agrios y venenosos.
Ya nada puede hacer.
IRANIA se ha salvado del fuego, necesita mucho amor para crecer, al igual que necesitó de mucho amor para materializarse de palabra en palabra.
Y ahora si miro atrás, veo que lo más importante de un trabajo creativo no es el final en sí mismo sino todo lo que creces mientras lo elaboras. He ganado en paciencia, que no era una virtud en mí, también en firmeza, que tampoco tenía mucho de eso. Y al igual que Sandra Ros, el personaje principal, he ganado en seguridad interior como comunicadora.
¡Cuánta riqueza y belleza hay en el trabajo creativo!
Doy gracias al universo por haberme concedido el privilegio de poder escribir, de poder compartir con otras personas todo mi mundo interior. Y me doy las gracias a mí misma por creer en los sueños y en la magia de la vida porque sin eso ni IRANIA ni EN MIS OJOS TE VERÁS hubieran salido a la luz.
Amo a mi criatura, sin importar lo más mínimo si otros lo ven bueno o malo. Eso ya no me afecta. Yo he disfrutado muchísimo escribiéndolo, leyéndolo y releyéndolo sin cansarme. Me he emocionado, he sentido el dolor del nudo en la garganta y he llorado mientras escribía, poseída por el alma de Irania. He sentido miedo al notar los espíritus que la acosaban a mi lado, percibiendo sus más profundas angustias, casi como si fueran reales.
La confusión de Sandra me ha tocado cada una de las fibras de mi corazón dejándome días sumida en su preocupación, deseándole poder ayudarla, queriéndole evitar el sufrimiento, pero no podía hacerlo, aún siendo la escritora su alma me lo impedía, Irania debía nacer, por encima de todo.
¿cómo puedo describiros el proceso creativo? Es una magia fascinante, un alto estado vibratorio en el que tu persona termina por desaparecer y queda suspendida en el éter, "ni aquí ni allí"

No sé cuánto de ésto que yo he sentido ha quedado plasmado en la novela. Eso tendréis que contármelo vosotros los lectores.

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