Reflexión navideña
Sé que será un año de muchos retos para nosotros aun así no
nos queda otro remedio que seguir caminando con la convicción de que hay luz,
no al final del túnel como se suele decir, si no a nuestro lado, acompañándonos
durante toda esta oscuridad que estamos atravesando. Nos esperarán desafíos sociales,
científicos, económicos, religiosos…que nos harán replantearnos en qué tipo de
mundo habíamos estado viviendo y qué son estas telarañas, cada vez menos
invisibles que nos tenían atrapados.
Más que inteligencia vamos a necesitar activar nuestra
intuición para discernir con sabiduría.
Algunos despertarán de un largo sueño y tomarán conciencia de
dónde están y por más terrible que sea lo que perciban deben saber que tienen
ahora la oportunidad de elegir por sí mismos un nuevo camino para sus vidas.
Quizá el mayor desafío sea el tener que respetarnos aunque pensemos diferente. El
refrenar los deseos de imponerle a otro nuestras ideas y opiniones porque
debemos aceptar que no todos somos iguales en pensamiento.
Y protegernos de aquellos que no desean que haya una
diversidad cognitiva, humana y espiritual. Que no aceptan que haya personas que
desean otro tipo de vida, que desean vivir libres, en paz, con humildad, sin
ambiciones, respetando este mundo… a la naturaleza, a los animales y que no
siente otra cosa más en su corazón que querer evolucionar desde ese respeto por
sí mismo y por los otros.
Mis deseos para este año es que seamos fuertes, valientes,
perseverantes y positivos.
De todo corazón muchísima luz para todos.
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